COMUNICADO DEL CONSELL DE LA INFORMACIÓ DE CATALUNYA
Como consecuencia de varias quejas y actuaciones de oficio, así como los repetidos casos en que periodistas participan en campañas publicitarias, el CIC recuerda la importancia de no simultanear la práctica del periodismo y de la publicidad.
En el año 2016 el Consell de la Informació de Catalunya hizo público el documento “Periodistas que hacen publicidad: un conflicto de intereses“. Este documento, que pone al día el punto 7 del Código Deontológico en cuanto a la relación entre publicidad e información, vuelve a estar de actualidad debido a la frecuencia con que destacados y destacadas periodistas aprovechan la notoriedad conseguida con el ejercicio de la profesión para aceptar hacer publicidad al tiempo que realizan sus tareas informativas.
Cuando el periodista simultanea otras actividades profesionales con la información de actualidad entra en el terreno del conflicto de intereses. Este se presenta cuando los individuos se enfrentan a lealtades contrapuestas: por un lado, la lealtad que deben a lectores, oyentes o telespectadores, y por otro, su propio interés. Renunciar a la responsabilidad adquirida por los periodistas hacia el público a cambio de un beneficio económico o social es inaceptable y contrario a la ética. El CIC considera que, en estos casos, es de aplicación la norma 2, que dice: “Los profesionales de la comunicación que trabajen en programas, diarios o formatos informativos en cualquier soporte no deben hacer publicidad comercial de empresas o productos. Tampoco deben hacer publicidad de productos de su propia empresa. “Y añade que” La credibilidad de estos periodistas y del medio para el que trabajan puede verse gravemente afectada por el hecho de que el público no puede confiar en una persona que trabaja en contenidos informativos ya la vez recibe una retribución por parte de una empresa o entidad para hacer publicidad y dar un mensaje positivo para sus intereses. ”
El público tiene derecho a que el periodista informativo sea imparcial, lo que difícilmente se da si tiene un compromiso -económico o de otro tipo- con quien es objeto de una información veraz ya la vez perjudicial para sus intereses. Este conflicto de intereses hace que el periodismo pierda su función de informar regularmente y crear opinión en asuntos significativos. Abdicar de esta responsabilidad, anteponer galones, familia, amistades, intereses o beneficios económicos a los intereses del público es inaceptable y falto de ética.
El hecho de que un anunciante contrate un periodista sin que esta colaboración sea ampliamente conocida por la audiencia hace peligrar el derecho de los ciudadanos a estar bien informados y pone en cuestión la confianza de la audiencia con los profesionales del periodismo. Por estas razones, el Código Deontológico de los periodistas catalanes, junto con un gran número de códigos de todo el mundo, se opone a que la práctica periodística sea simultánea con la publicidad.