El martes 29 de noviembre se celebró en la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona la quinta sesión del ciclo “Los retos éticos del Periodismo” para conmemorar el 30 aniversario del Código Deontológico de los Periodistas y los 25 años de la creación del Consell de la Información de Cataluña (CIC). Los actos de este doble aniversario están organizados conjuntamente por el CIC y el Col.legi de Periodistes de Catalunya, en colaboración con las facultades de Comunicación de las universidades catalanas y quieren aportar una mirada reflexiva sobre los retos éticos del periodismo de hoy .
Bajo el título “La brecha de género: la igualdad un derecho lejos de la realidad” cinco periodistas debatieron sobre las experiencias y su punto de vista sobre el tema. El debate concluyó con las aportaciones de una fila cero formada por académicos y representantes de entidades sindicales y profesionales, que trabajan por la igualdad de género en el periodismo. Estudiantes de periodismo de la facultad llenaron el Aula Magna donde se celebró el acto.
El decano de la facultad de Letras, Antoni Nomdedeu, dio la bienvenida a los asistentes, deseando que “la igualdad no sea sólo un derecho sino una realidad”. El presidente del CIC, Josep Carles Rius, puso de manifiesto que ahora hay muchas más mujeres que antes en la profesión, pero que “las estructuras sociales y el machismo latente obligan a las periodistas a hacer muchas más renuncias que a los periodistas ”. Por último, en el turno inaugural, el presidente del Colegio de Periodistas en la demarcación de Tarragona, Esteve Giralt, remarcó que “para conseguir una sociedad más justa e igualitaria tiene que haber mujeres ocupando cargos donde se toman las decisiones” y aseguró que el Colegio lucha por esa igualdad.
El punto central de la jornada fue el debate entre las periodistas Sara González, Núria Pérez, Sara Sans, Núria Piera y Agnès Llorens. Moderó la mesa la responsable de enseñanzas del grado en Periodismo, Cilia Willem, que empezó centrando el debate entre la discriminación horizontal (a las mujeres periodistas se les asignan temas y secciones informativas “light”, mientras que a los hombres escriben política, economía y deportes) y la discriminación vertical (referida a la dificultad para ocupar cargos de responsabilidad).
Sara González, que intervino telemáticamente, puso sobre la mesa que, en el caso de las periodistas, la brecha de género se manifiesta en las condiciones laborales y también en el acoso en las redes. “Más de un 60% de las periodistas -dijo- reciben algún tipo de estos acoso; y un 20% acaba traduciéndose en acoso en la calle”. Y pidió ser exigentes para combatir esta situación, “porque el acoso y el discurso del odio atentan directamente contra la libertad de prensa. Buscan la autocensura y el silencio de las periodistas”.
A su vez, Núria Pérez, como directora del Diari de Tarragona, explicó que se ha hecho un plan de igualdad en la redacción y que es bueno que las administraciones se impliquen al crear normativa en este sentido, porque favorece el camino hacia la igualdad y hace más fácil la contratación. Pero esto no es suficiente, dijo, ya que buena parte de la sociedad todavía está estancada en los modelos patriarcales o machistas. Y recordó el caso suyo y de muchas mujeres periodistas que necesitan demostrar más y mejor su valía cuando han tenido que entrevistar a hombres con cargos de responsabilidad. Finalmente, se mostró contrariada por el número de veces que le han preguntado “cómo te lo hace para conciliar la vida profesional y familiar desde la dirección del Diario”, algo que nunca le han preguntado a un director hombre.
Sara Sans quiso aportar un punto de vista positivo y remarcó los avances que ha visto en los últimos años, desde la aparición del #metoo. “Este movimiento -dijo- significó un punto de inflexión y ha hecho tomar conciencia a mucha gente, también a muchos hombres, y esto se nota en ciertas ocasiones en la redacción”. Pero si éste es el vaso medio lleno, la parte vacía son las estructuras de poder que ve reacios a todo lo nuevo y por tanto, “las mujeres todavía estamos obligadas a llevar la bandera del cambio”.
El punto de vista de la prensa local y comarcal lo aportó Nuria Piera. Como periodista y empresaria explicó que en los medios de proximidad hay muchas periodistas en cargos de dirección informativa, pero casi siempre hay un hombre por encima, ya sea como gerente o como directivo empresarial. Constató que en su ámbito existe mucha flexibilidad laboral, pero que sólo son las mujeres las que aprovechan esta circunstancia para una mejor conciliación. Y finalmente, ante la incorporación de mujeres periodistas a las secciones de deportes de los grandes medios, Piera explicó que este avance es mucho más lento en la prensa comarcal porque a nivel local hay todavía mucha reticencia a pensar “que una mujer te pueda contar un partido de fútbol”.
Agnès Llorens aportó la visión de la periodista freelance, figura en la que recae una doble discriminación: La primera es la de cualquier periodista a tanto la pieza, que “se ve obligado a tomar más trabajo del que puede asumir para llegar a final de mes”; la segunda -dijo- es la de ser mujer. Remarcó el hecho de que en muchas entrevistas laborales todavía se pregunta a las mujeres por sus expectativas familiares y se mostró sorprendida por un dato que puso sobre la mesa: “En ninguna institución de Tarragona y una mujer ocupando el puesto de cabeza de prensa”.
Acabado el debate, la moderadora dio paso a los representantes de la fila cero que aportaron los puntos de vista de las entidades que representaban. Eran Joana Gallego, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona y consejera del CIC; Víctor Merino, comisionado de Igualdad, Diversidad y Bienestar de la URV; Elena Tarifa, representación de la Federación de Sindicatos de Periodistas; Verónica Israel, de la Universidad Ramon Llull, y Laia Serra, en representación del Sindicato de Periodistas de Cataluña.