La autorregulación periodística tiene una mala salud de hierro. Los miembros de la Alianza de Consejos de Prensa Europeos ( AIPCE ) se reunieron en Amberes, Bélgica, entre el 17 y 20 de octubre de 2012. La conclusión que se podía extraer de la reunión es que, a pesar de la crisis por la que pasa en algunos países, la autorregulación sigue siendo una buena fórmula para garantizar la libertad de información y la ética periodística.
El AIPCE está formada por la mayoría de países de Europa Occidental, Israel y antiguos países de la Europa del Este. Asimismo, en la reunión de este año asistieron también representantes de consejos de prensa de otros lugares del mundo: Pakistán, Sri Lanka, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Sudáfrica.
El Consejo de la Información de Cataluña, representa a España en la AIPCE en no haber, por ahora, otra entidad de estas características en el estado. Aún así hay que remarcar que la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) ha creado una Fundación de la que depende su Comisión de Quejas que ha expresado la voluntad de ir en la dirección de los consejos de prensa europeos.
La reunión anual de la AIPCE permite a sus miembros tener e intercambiar información sobre la situación de la autorregulación en el mundo y sobre los casos de vulneración de la ética periodística que llegan a los consejos. Las soluciones que unos dan a quejas similares puede iluminar las decisiones de los demás.
En general, los países nórdicos son los que disponen de un sistema de autorregulación periodística más satisfactorio y respetado. También son potentes los consejos de la información de Irlanda, Bélgica, Suiza, Alemania e Israel que está a punto de cumplir 50 años. Algunos consejos abren sus sesiones al público y Noruega emite las deliberaciones por Internet.
La UNESCO, el Consejo de Europa y la Organización de Seguridad y Cooperación Europeas (OSCE) tienen programas consistentes para introducir el concepto de autorregulación periodística en los antiguos países del Este. Estos programas tienen una fuerte incidencia en las ex repúblicas soviéticas asiáticas y caucásicas, y en la antigua Yugoslavia. Aunque no todos los nuevos países tienen todavía consejos de prensa, el de Bosnia Herzegovina es uno de los más activos e imaginativos.
La autorregulación está en crisis en países tan influyentes en la experiencia de autorregulación de la prensa como el Reino Unido y Holanda. El Consejo de la Información holandés está en pleno proceso de reforma para afrontar las críticas a su organización. Esperan que el año 2013 sea renovado y, incluso, cambie de nombre.
Tanto Chipre, como Irlanda y el Reino Unido tienen por ante la amenaza de la aprobación de leyes que complementen o sustituyan la autorregulación periodística.
En el Reino Unido, la autorregulación es en crisis debido a los métodos ilegales para conseguir información utilizados por “News of the World”. El escándalo demostró que el consejo inglés, la Press Complains Commission (PCC), no era un organismo regulador eficiente.
De hecho, como decía Robert Pinker, uno de sus asesores, la PCC nunca ha sido un órgano regulador porque no tiene el poder de poner multas, de investigar las quejas o de obligar a sus miembros a permanecer a largo plazo.
La Comisión Leveson nombrada por el gobierno para estudiar la autorregulación periodística en el Reino Unido y hacer una propuesta alternativa a la PCC está a punto de presentar sus resultados. Las alternativas que tiene sobre la mesa son dos: regular la prensa por ley, creando un órgano regulador o bien reformar radicalmente el sistema de autorregulación para que el consejo de prensa tenga poder para investigar los medios presuntos infractores y para penalizarlos si no respetan el Código Ético.
Sea cual sea la solución final, lo que ya parece seguro es que, en el futuro, la autorregulación irá acompañada de multas y una mayor investigación de los medios denunciados. Las decisiones que se tomen en el Reino Unido influirán en el resto de consejos de prensa del mundo, muchos de los cuales, incluido el de Cataluña, fue creados a su imagen y semejanza.
Actualmente, hay consejos que ya multan a los medios que vulneran su código deontológico, otros obligan a los medios infractores a publicar la resolución del Consejo de Prensa. Los consejos también están divididos entre los que aceptan quejas de todos y los que aceptan sólo de las personas afectadas directamente por la información de un determinado medio.
Las vulneraciones éticas más habituales de los medios de comunicación han sido este año: la falta de rigor y de investigación de la verdad a la hora de informar, la violación del derecho a la intimidad ya la propia imagen de las personas, las informaciones que provocan discriminación por razones de raza, religión, sexo … También muchos medios son reticentes a la hora de rectificar una información incorrecta.
Finalmente, el Consejo de Prensa alemán puso sobre la mesa un problema que empieza a ser recurrente en toda Europa. Cada vez hay más quejas de los lectores por la manera en que los medios de comunicación utilizan las fotos y la información que encuentran en las redes sociales como Facebook o Twitter.
Los consejeros alemanes recomiendan a los periodistas que traten con cuidado los contenidos que aparecen en las redes y valoren en cada caso qué es más importante el derecho de la gente a saber o el derecho a la protección de la intimidad de una determinada persona. Su conclusión es que las redes sociales forman parte de los recursos que tienen los periodistas para buscar información, pero no son como un supermercado en el que todo el mundo coge lo que quiere.
Ronald Avalos Monge
13 agosto 2018El tema es esencial para la protección de los derechos del ciudadano. En Costa Rica se discute ahora la publicación de imágenes de una mujer recientemente asesinada y que hacía turismo en el país, que se promociona como de paz y verde. Como abogado me interesa todas las regulaciones que protejan el derecho a la imagen, como derivado de los derechos humanos.